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Receta de Crema-mascarilla exfoliante casera. Para todos, para él para ella.

Es fácil y muy útil, fabricarse una crema o mascarilla exfoliante. Puede ser con diversos ingredientes que le den un poco de consistencia granulosa, como almendra molida, triturado de huesos de albaricoque o semillas de amapola, etc, pero una forma básica y que además de exfoliar es desintoxicante es utilizar arcilla.

Las mascarillas de arcilla son perfectas para limpiar y oxigenar la piel aportándole salud, suavidad y luminosidad.
Hay distintos tipos de arcilla, dependiendo de su composición química, se suelen diferenciar por el color, pero todo depende del lugar de donde se extraiga, ya que en último término dependerá de la composición química de la arcilla de ese lugar en concreto. Las más comunes y utilizadas son la blanca (caolín), muy utilizada para eliminar impurezas, la roja, adecuada para pieles sensibles y de gran capacidad antiinflamatoria y la arcilla verde (algunas a base de algas), especialmente recomendable para pieles grasas.
Casi todas las marcas de cosmética incluyen una mascarilla de arcilla entre sus productos, ya que son un complemento indispensable al cuidado integral del cuerpo, ya sea facial o capilar.  Las propiedades que podemos destacar de las mascarillas de arcilla son: su elevado poder exfoliante, que ayudará a la regeneración celular y eliminación de las impurezas que pueden provocar obstrucción de los poros; su elevada capacidad de absorción y el aporte de sustancias revitalizantes y remineralizantes.

Modo de Uso

Ingredientes:

Arcilla roja de Marruecos ya que lo hacemos, pues lo hacemos bien, ¿no?

Aceite. Podemos utilizar cualquier aceite, pero si ponemos aceite de Argán, pues mejor que mejor, puesto que es un aceite cuyos componentes lipídicos se parecen mucho a la piel, se absorbe rápidamente y no tapona los poros.

Agua: debemos poner un poco de agua caliente, hasta formar una pasta, que podamos untar por la cara (evitando el contorno de ojos), por el cabello y, como no, por la barba. La dejamos actuar un mínimo de 20 minutos, pero si es más, mejor. Luego lavamos con abundante agua tibia, hasta su total eliminación. Si la hemos utilizado por la barba o cabello, usaremos un champú apropiado.

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arcilla natural de lava de Marruecos

Siempre, después de una mascarilla exfoliante debemos usar un tónico suave (éste puede ser agua de rosas, o una infusión de caléndula, lavanda o salvia, o un tónico natural ya preparado de forma comercial), y para rematar, y muy, muy importante, una crema hidratante natural suave, o un complejo vitamínico y a continuación la crema hidratante.

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Speick, una planta, una marca

Speick fue fundada en 1928, para continuar la tradición familiar de fabricación de jabón para lavar la ropa, pero pronto surgió la idea de elaborar un jabón natural para el cuidado del cuerpo aprovechando las propiedades medicinales de una planta que crecía en la zona y que había sido apreciada durante siglos por su efecto relajante, revitalizando el cuerpo, la mente y el alma.

Cada producto Speick contiene aceite esencial de Valeriana celtica de alta montaña (la planta Speick), que durante siglos, se ha cosechado a mano por los agricultores de Carintia, Austria.

Speick apoya activamente la recolección silvestre tradicional formando parte de un proyecto de conservación de la zona alpina de Carintia. Desde 2003, la “planta Speick” es una de las pocas plantas europeas con certificado de recolección silvestre regulada, realizada únicamente por familias de la zona con licencia para ello siendo Speick su fabricante exclusivo en todo el mundo.

Así que cuando adquirimos un producto Speick, estamos adquiriendo un pedacito de Carintia, un pedacito de trabajo de las familias de ese lugar, y como no,  un producto de calidad, elaborado con productos naturales (certificado). Perfecto!!!

Apto para veganos, si es que lo cuidan todo!!!

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El Aloe vera o sábila

El Aloe barbadensis Miller – cuyo nombre común es Aloe vera o sábila– es una planta que crece de manera espontánea en áreas cálidas del planeta, como la costa del Pacífico, África, India, Australia, América del Sur y Central y el Caribe. Ha sido muy importante para las antiguas civilizaciones y culturas, gracias a las propiedades curativas, sobre todo por la eficacia en el tratamiento de quemaduras, las picaduras de insectos o la cura de heridas y de irritaciones dermatológicas.

Atendiendo al origen botánico, el Aloe pertenece a la familia de las Aspholedáceas, es perenne, de hojas largas y carnosas, con margen dentado, que se agrupan en forma de roseta que acaba en una espiga de flores vistosas, que pueden ser blancas, naranjas o amarillas.

La importancia del Aloe reside en estas hojas carnosas, que almacenan una sustancia transparente gelatinosa rodeada de una capa amarilla donde está la resina llamada aloína. Toda la hoja es un auténtico almacén de agua que sirve a la planta para sobrevivir en periodos de calor o sequía. Pero la cosa más espectacular es la capacidad que tiene la hoja de autocicatrizarse cuando se rompe, casi de forma instantánea, para evitar la pérdida de agua. Aunque es una planta de terrenos pedregosos y arduos, es fácil tenerla a casa en macetas en la terraza pero donde le dé el sol y sin exceso de humedad.

Desde hace algunos años, el Aloe forma parte de nuestra vida como un elemento presente en muchos tipos de productos para la higiene y la salud: cremas, jabones, jarabes…, razón por la cual se hacen numerosos estudios para encontrar más aplicaciones en sus componentes milagrosos. El jugo del Aloe, también llamado acíbar es un laxante potente, por lo tanto no se tiene que tomar puro sino con otros componentes que suavicen la acción.

A continuación os contamos las diversas formas como se puede encontrar el Aloe en el mercado y para qué se utiliza:

  • Gel puro o en crema: para uso externo, de efecto cicatrizante, regenerador de la piel, agente humidificante, antinflamatorio y antialérgico. Como el gel de Aloe vera de la marca Kueshi, con una pureza del 99% y ecológico.
  • En cápsulas o pastillas: contienen el gel deshidratado por un proceso de liofilización. Para que en este proceso se conserven intactas las propiedades del Aloe se tiene que hacer a baja temperatura y al vacío.
  • El gel bebido es desintoxicante y revitalizante. Es muy útil para solucionar problemas digestivos.
  • De la pasta del Aloe se extrae la aloína, empleada por sus propiedades antioxidantes en la elaboración de productos de cosmética y farmacológicos. Como varios productos que tenemos en la página web.

Este tipo de productos son propios de países occidentales, pero en otros como en China o Corea es ingerido directamente fresco o en polvo; y en Colombia, Ecuador, Guatemala y México, venden las pencas en los supermercados, puesto que se emplea como suplemento alimentício, además de las propiedades medicinales como febrífuga, contra el estreñimiento o las alteraciones hepáticas, entre otros.

Ahora bien, es recomendable comprar los productos preparados que pasan por un control de calidad regulado por el Consejo Científico Internacional del Aloe, puesto que así tenemos garantizadas las condiciones de seguridad e higiene.

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La Importancia de la hidratación en la piel

El contenido de agua en la piel es mayor que en el exterior, pero se va evaporando, ya sea por el calor, el viento, el frío, etc, y la piel se va resecando. Esto también se produce si se utiliza jabón para limpiar la piel, ya sea la piel de la cara (más delicada que el resto) o del cuerpo, por ello, a veces, después de lavarnos la cara o ducharnos tenemos sensación de tirantez, o incluso la piel queda como escamosa. La piel, además, no se humedece al mojarla, puesto que es insoluble en agua (hecho muy importante para proteger al cuerpo). Por tanto, para evitar esta pérdida de agua se debe utilizar sustancias aceitosas que contengan agua, ya que el aceite sí penetra en la capa exterior de la piel (en la epidermis), y así contribuyen a evitar la pérdida de agua por evaporación. A las sustancias que realizan esta función se les denomina cosméticos, ya sean lociones o cremas.

Pero… ¿qué es una loción o cuál es la diferencia entre loción y crema?, pues una loción es una emulsión de aceite en una base de agua, en la que el aceite se encuentra en forma de finísimas gotitas repartidas por el agua. En cambio, una crema, es una emulsión de agua en una base de aceite, en la que hay finísimas gotitas de agua repartidas en el aceite. En ambos casos se incorpora alguna otra sustancia para poder mantener estable la emulsión y algún antioxidante para que las grasas no se oxiden en contacto con el aire y se queden rancias (como por  ejemplo vitamina E, que es un conservante natural).

Una de las primeras lociones comerciales para la piel fue vendida por un inglés, Gervase Markham, en el siglo XVIII, contenía romero, hinojo, tanaceto, violetas y ortigas, y debía diluirse con leche antes de aplicarla. La primera receta registrada para hacer crema fría fue escrita por el médico griego Galeno en el siglo II de nuestra era. Contenía cera de abejas, aceite de rosas y agua. Esta combinación se usa todavía hoy, aunque el extremadamente caro aceite o esencia de rosas con frecuencia se reemplaza por otros aceites vegetales.

A continuación detallo unas recetas muy sencillas para poder realizar en casa.

Crema limpiadora de almendras 

Materiales e ingredientes:

10 g de cera de abeja.

150 ml de aceite de almendras (uno de los mejores aceites para la piel).

¼ de cuchara de café de bórax, (el bórax es totalmente natural, se puede encontrar en droguerías especializadas)

130 ml de agua destilada.

2 vasos de precipitados de 250 ml o un recipiente que se pueda calentar, por ejemplo de pyrex.

Procedimiento:

Debemos derretir lentamente la cera con el aceite de almendras a baño María.

Calentar el agua destilada y añadir el bórax, procurando que no se formen grumos.

Añadimos la solución de bórax a la mezcla de cera y aceite. Apartamos del fuego y dejamos enfriar.

Obtenemos una sencilla pero excelente crema limpiadora. Os recomendamos también la leche limpiadora de nuestra página, que contiene manteca de cacao y aceite de almendras.

Tónico para el cuerpo o loción para después del afeitado 

Materiales e ingredientes:

1 cucharada de romero fresco (Rosmarinus officinalis)

1 cucharada de menta fresca (Mentha piperita, o suaveolens)

1/4 de cucharadita de piel de naranja rallada

1/4 de cucharadita de piel de limón rallada

1/4 de cucharadita de nuez moscada rallada

100 ml de agua de rosas o de flor de saúco destiladas (Saúco, Sambucus nigra, no se usa mucho en la actualidad pero es muy bueno, ya que es un gran anti-inflamatorio, depurativo y diurético, empleado incluso contra afecciones de la piel. Las flores son dulces y comestibles, pero se suelen cocinar preparando con ellas unos buñuelos). Si no tenemos saúco, podemos emplear una infusión de caléndula (Calendula officinalis L.) o de camomila (Matricaria chamomilla L.).  Otra cosa, siempre es mejor utilizar agua destilada para hacer preparados.

50 ml de alcohol puro o vodka (el vodka es muy conveniente ya que apenas tiene olor y conserva muy bien).

Se machacan las hierbas en un mortero y se añaden los demás ingredientes batidos, o bien se mezcla todo en una licuadora. Se ponen en una jarra de cristal o en una botella y se deja en el alféizar de una ventana soleada o en un sitio cálido, al menos durante una semana. Lo del alfeizar tiene su aquel, puesto que esta preparación necesita sol y calor (que le dará por el día) y un poco de fresquito (que le dará por la noche). Se cuela y se embotella, mejor siempre en una botella opaca y de cristal.

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